Julien Piguet, piloto de carreras y fundador de Driving Evolution

Región de París, Francia

Julien Piguet es un hombre que vive a toda velocidad. En paralelo a su vertiente profesional como piloto de carreras creó Driving Evolution, una agencia de eventos especializada en pruebas y experiencias automovilísticas al servicio de las grandes marcas de coches. Nos reunimos con él en su oficina de Vélizy, al oeste de la capital francesa, para hablar de sus actividades deportivas y profesionales, y de su gusto por el mobiliario USM.

¿Podría presentarse?

Me llamo Julien Piguet y tengo 37 años. Dirijo la agencia de organización de eventos Driving Evolution. También soy piloto de carreras y de precisión, además de doble de acción en el cine.

¿Cómo llegó al mundo de las carreras de automóviles?

Tras una trayectoria muy clásica, como la de todos los pilotos: empecé a los 12 años en el karting, que es un paso obligado, y poco a poco fui ascendiendo el escalafón hasta integrarme en el equipo de karting francés. Más adelante hice la transición a los coches y gané mis primeras competiciones a los 16 años. Durante bastante tiempo fui el ganador francés más joven en el automovilismo. Me quedé en la Fórmula 3, es decir, dos niveles antes de la Fórmula 1, y está claro que no podía llegar más alto. Muchos pilotos dirían que se debe a los medios económicos, los patrocinadores, etc. Y por supuesto que hubo un poco de eso, pero como tengo muy clara mi trayectoria, no me da miedo afirmar que también fue por falta de talento. Luego me convertí en piloto de GT y de Turismos y desde entonces compito en campeonatos de Francia y Europa. Por ejemplo, hice las 24 horas de Le Mans el año pasado y gané la Clásica de Le Mans en 2016... Sigo siendo semiprofesional y participo en 6 o 7 carreras al año.

Julien Piguet au Circuit Paul Ricard 2021
© Photo Mathieu Diribarne

¿Cuál es su mejor recuerdo de la etapa de competición?

Hacer las 24 horas de Le Mans el año pasado ha sido mi gran sueño desde niño. Ya había hecho las 24 horas de Spa, Nurburgring varias veces, Dubai y Barcelona, pero Le Mans sigue siendo la mayor carrera de resistencia del mundo, la más mítica. Se desarrolla en parte en un circuito, pero también en carreteras normalmente abiertas al tráfico. ¡Es una carrera increíble! Y para cerrar el círculo, mi próxima meta: ¡las 24 horas de Daytona!

Háblenos de su carrera como doble de acción...

El cine es otro medio que me apasiona. Se percibe una increíble sensación de libertad en un rodaje en el que las carreteras están cerradas y se puede conducir a 300 km/h en la circunvalación o a 150 km/h en los Campos Elíseos... ¡En esos momentos, el nivel de adrenalina está al máximo!


La parte artística también es muy interesante: aprender a construir una película, a dirigir una escena de acrobacias o persecuciones de coches... Un día eres "policía", al siguiente "caco", es diferente cada vez. He tenido la suerte de ser doble de muchos actores, como Jude Law, Guillaume Canet, Gérard Depardieu, Dany Boon... todos ellos muy simpáticos y apasionados de los coches.

Además de su carrera como conductor y doble de acción, creó Driving Evolution hace doce años. ¿Cómo se produjo la transición?

Estaba centrado en mi carrera de piloto y en un momento dado tuve la lucidez de entender que no iba a convertirme en Lewis Hamilton o Michael Schumacher. Como he dicho, hay muchos conductores que se sienten frustrados por no haber triunfado, pero yo nunca he tenido esa mentalidad. Para mí, crear esta empresa era la continuación natural de mi carrera deportiva. El deporte es una excelente escuela de vida y hay muchas correlaciones entre el día a día del automovilismo y el mundo de los negocios.

Pasar de ser deportista a empresario, como usted dice, es bastante natural, pero ¿cuáles son las cualidades necesarias para tener éxito?

La gente suele pensar que el automovilismo es un deporte individual porque el piloto está solo en su coche, pero es un verdadero esfuerzo de equipo. Tienes mecánicos, ingenieros, todo un equipo alrededor del coche que te ayuda a hacerlo funcionar. Este espíritu de "equipo" se vive también en el mundo de la empresa, con una dirección, un colectivo, una jerarquía y mucho rigor. Pero sobre todo creo que lo que más vale es el gusto por el trabajo y el esfuerzo y que no hay mejor escuela que el deporte para adquirir esos valores.

¿Puede describirnos las actividades de Driving Evolution?

Somos una agencia de eventos especializada en pruebas de automoción. En el pasado, los coches no se probaban demasiado: ibas a un concesionario y comprabas el coche sin haberlo conducido antes necesariamente. Hoy en día, el marketing experiencial se ha desarrollado muchísimo. Por ejemplo, antes de comprar un iPhone, vas a la tienda de Apple y un Product Genius con camiseta azul te explica cómo funciona, te deja coger el teléfono para ver si te gusta, si la ergonomía es adecuada para ti... Lo mismo ocurre en la industria del automóvil. Los coches de hoy en día son cada vez más tecnológicos: tenemos hibridación, electrificación, infinitas opciones en cuanto a tecnologías de a bordo y conectividad... Nuestra labor consiste en hacer que los futuros clientes experimenten todo esto, pero también los periodistas y los vendedores durante las sesiones de formación. Operamos en muchos ámbitos diferentes: la carretera, los circuitos, las áreas dedicadas a 4x4 y también la montaña. La UX, es decir, una experiencia de calidad para el cliente acorde con el ADN de cada marca, es nuestro objetivo primordial.


Proponemos soluciones globales para nuestros clientes: antes de la prueba diseñamos todo el evento, gestionamos las invitaciones, aseguramos toda la logística con el transporte y la preparación de los coches...Y también está la vertiente digital, que ha ocupado un lugar importante y que hemos desarrollado mucho durante esta crisis sanitaria.

La pandemia ha supuesto un gran freno a los eventos. ¿Qué alternativas ha desarrollado a los encuentros presenciales?

Al comenzar el primer confinamiento, vi al chef Cyril Lignac cocinar en su casa y batir récords de audiencia. Eso me dio una idea. No era posible hacer más pruebas en la pista, no podíamos reunir más clientes porque estaba administrativamente prohibido, así que pensé en digitalizarlo todo y trasladar los coches a la sala de estar de la gente. Teníamos un garaje en nuestras instalaciones que transformamos por completo en un estudio de cine. Decoramos el espacio con muebles de diseño y empezamos a rodar allí contenidos formativos en los que, por ejemplo, un responsable de marca o un director de marketing podían presentar un coche con todo detalle. También organizamos directos para lanzar nuevos modelos y vídeos aún más entretenidos.


Tuvimos que esforzarnos mucho durante la pandemia, porque nuestro negocio se paralizó, como el de la restauración. Antes ya creíamos en lo digital, pero teníamos muchas actividades físicas que tenían prioridad: esta crisis ha sido un acelerador para dar este giro.

¿Cuántas personas trabajan con usted?

Tenemos una veintena de empleados fijos, lo que me parece un buen tamaño porque quiero mantener un ambiente familiar y agradable. Nuestro lema es "Ser serios sin tomarnos en serio".


Pero con todos nuestros socios, autónomos y conductores independientes, hay ciertos periodos en los que podemos tener hasta 250 personas trabajando sobre el terreno durante las principales ferias y eventos. Nuestra cartera de 80 grandes clientes tiene perfiles muy diferentes: marcas de coches deportivos, de alta gama, pero también fabricantes generales, de equipamientos, de neumáticos... Es un ecosistema muy variado. Esta diversidad es un verdadero activo y aprendemos de cada evento.

¿Cómo llegó USM a sus oficinas?

Conocía muy bien la marca USM porque la había visto en muchos lugares distintos, incluyendo los platós de cine. Sus piezas realmente atípicas y únicas siempre llaman la atención, con sus tubos de acero y sus puertas metálicas.


Cuando tenía 15 años, me habrías puesto un mueble de Ikea delante y me habría encantado, pero poco a poco, según maduraba, empecé a apreciar más las cosas bellas y desarrollé una sensibilidad por los muebles de diseño y el arte contemporáneo.


Los muebles USM me permiten tener el espacio ordenado y despejado, un rigor que aprecio mucho porque me gusta que los papeles estén clasificados y fuera de la vista, pero también haya un toque de color y ambientación en la estancia. Aprecio mucho el mundo de la creación artística y gracias a USM puedo realzar muchos objetos: los auriculares de mi despacho, obras de arte, libros... así que el mismo mueble me permite almacenar ciertas cosas y exhibir otras al mismo tiempo. ¡Esta versatilidad es genial!

¿Cómo fue la elección de los colores?

Para nosotros, los colores son muy simbólicos, por lo que muchos muebles son reflejo de los códigos cromáticos que constituyen el ADN de Driving Evolution: rojo, negro, blanco y gris. Por otro lado, como el automóvil actual está dando un giro hacia la electromovilidad a con los coches híbridos y eléctricos, he pensado en añadir pequeños toques de azul en otros muebles de USM como guiño a estas nuevas tecnologías.

¿Y si USM fuera un coche?

Por la autenticidad y el aspecto icónico que resiste el paso del tiempo sin pasar nunca de moda, establecería un paralelismo con el Porsche 911, que tiene la misma línea y las mismas luces desde su origen. Además, está la personalización y el diseño a medida de un Porsche, que se configura para crear un objeto único, como un mueble USM. No se fabrica en serie y cada entusiasta de USM puede diseñar un mueble único que no se parezca a ningún otro.

Julien Piguet au 24 Heures du Mans 2020
© Photo Jules Benichou

Como ha dicho antes, se están logrando grandes avances en los aspectos tecnológicos de la automoción. ¿Cómo ve su futuro?

Todo el mundo debe hacer un esfuerzo por cuidar el medio ambiente y la industria del automóvil está llamada a participar especialmente, al igual que la aviación, el transporte marítimo, la moda... Me parece que es inevitable cuando vemos que el planeta se está muriendo. No soy ni industrial ni ingeniero, pero tengo mucha fe en que en los próximos años tendremos un combustible sintético limpio como el bioetanol, que podría reportar ventajas ciertamente interesantes.

En la vida diaria, ¿qué vehículo conduce y qué tipo de conductor es usted?

Soy un auténtico entusiasta de los coches, pero como cualquier piloto de carreras que se precie, tengo el defecto de la impaciencia... ¡Así que no soporto los atascos! También soy una persona hiperactiva en mi vida profesional, por lo que me muevo en un scooter eléctrico BMW, una máquina estupenda, porque puedo sortear los atascos y llegar siempre a tiempo a mis citas, ¡y por tanto multiplicar fácilmente mi número de contactos! Todo ello con cero emisiones.

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