Éric Dolent, arquitecto cofundador del estudio RMDM

Saint-Ouen, Junio 2021

Nacido en 2001 de la asociación entre Alexandre de Muizon, Éric Dolent y Philippe Maillols, RMDM es un estudio de arquitectura cuyos proyectos reflejan la escucha constante de las evoluciones de la sociedad y la arquitectura, ya sea en materia de desarrollo sostenible, progreso técnico, cuestiones políticas o innovaciones artísticas. El edificio que alberga sus oficinas y que ellos mismos diseñaron es un claro ejemplo de ello.


Aquí es donde Éric Dolent nos dio la bienvenida para esta entrevista, antes de abrirnos las puertas de su apartamento parisino en el 7º distrito.

Para comenzar, ¿podría presentarse?

El estudio se llama RMDM Architectes, somos tres socios con un equipo de unas quince personas. Lo creamos hace veinte años, en 2001, después de ganar el Europan, un concurso europeo de arquitectura y urbanismo para desarrollar estrategias innovadoras destinadas a lugares en transformación. Por aquel entonces los tres trabajábamos en diferentes estudios de arquitectura y este premio, que nos reportó un encargo de urbanismo con una ciudad y una dotación financiera, fue el gran detonante para crear nuestro propio negocio. Ese mismo año, el Ministerio de Cultura nos dio otro impulso con un galardón creado para jóvenes arquitectos, los NAJA (Nuevos Álbumes de Jóvenes Arquitectos), cuyo objetivo era facilitar el acceso a los encargos públicos.

¿Fue una estupenda plataforma de lanzamiento para ustedes?

Sí, fue un verdadero trampolín porque a menudo, y aquí bromeo un poco, el problema de la generación más joven en aquella época era que nos pedían haber construido el mismo tipo de edificio para poder hacerlo. Este premio facilitaba el acceso a la contratación pública. Al año siguiente también fuimos seleccionados para el pabellón francés de la Bienal de Venecia. ¡Por lo que veo, fue un comienzo suave! (Risas...) Más adelante, no todo puede ser un camino de rosas, nos topamos con la labor del arquitecto en toda su realidad. Entretanto han pasado 20 años, y hoy llevamos a cabo encargos tanto públicos como privados, con una actividad que gira principalmente en torno a la vivienda, aunque también hagamos algún equipamiento y tengamos un departamento de interiorismo muy pequeño.

Para un estudio como el suyo, ¿cuántos proyectos supone un año estándar?

Tenemos proyectos en todas las fases: algunos están en construcción, otros en las primeras etapa de estudio, los hay en la fase de presentación de la licencia de obras... ... ¡E incluso tenemos unos cuantos parados! Interrumpidos, porque a fin de cuentas edificar es un acto político. Así que depende de los ayuntamientos, y justo el año pasado hubo elecciones municipales, lo que implica cambios de proyectos y la paralización de los anteriores... pero digamos que todavía tenemos unos quince proyectos en marcha.

Sus oficinas están ubicadas en Saint-Ouen, ¿cómo llegaron aquí?

Estamos en Saint Ouen desde la creación del estudio. Por aquel entonces buscamos primero oficinas en París, pero nos parecía un poco caro en comparación con la superficie que queríamos. Teníamos un amigo pintor que nos decía: "Ah, tengo un estudio que es demasiado grande para mí. Está muy cerca del mercado de las pulgas de Paul Bert. ¿Os apetecería compartir estos locales? ¡Dijimos que sí! Era un espacio diáfano en el segundo piso de un inmueble que servía de almacén a los anticuarios. Nos gustó mucho el barrio, pero en poco tiempo el local se nos quedó pequeño. Intentamos comprarlo pero no funcionó, así que nos pusimos a buscar parcelas sin edificar. Nos sentíamos muy vinculados a Saint Ouen. Habíamos presenciado los cambios en la ciudad y queríamos quedarnos allí. Entonces encontramos un pequeño terreno no muy caro y lo adquirimos. ¡Es el sueño de todo arquitecto: construir su propio estudio! Y en el proceso, incluso construimos algunos apartamentos encima de nuestras oficinas porque no necesitábamos todo el espacio. Las alquilamos a unos amigos que se mudaron con nosotros hace poco más de dos años.

¿Cuánto tiempo les llevó este proyecto en total?

Tardamos 5 años en completar el proyecto, porque como todos sabemos: ¡en casa de herrero, cuchillo de palo! Nos costó bastante encontrar el terreno y llevó mucho tiempo edificarlo, porque compaginábamos ese trabajo con los proyectos del estudio y nos quedaba poco tiempo disponible.

¿Este edificio representa la quintaesencia de su labor?

Como arquitecto, me vi en la tesitura de tener que combinar el responsable de obra con el financiero, ¡y no necesariamente se llevan bien! Aunque, por supuesto, intentamos desarrollar las grandes ideas que encontramos en nuestros edificios.

Descríbanos ese lugar…

Para empezar, se encuentra en un emplazamiento bastante heterogéneo. No estamos lejos del Mercado de las Pulgas, en una calle muy tranquila, casi peatonal. Es una calle muy estrecha en la que hay una mezcla de edificios: tenemos dos viviendas individuales, cobertizos con lofts, pequeños inmuebles colectivos y esta parcela en el medio. Estamos muy cerca de París, a 200 metros de la Porte Montmartre, y sin embargo, hay un ambiente suburbano de Nueva York, como Brooklyn.


Es una parcela muy estrecha y queríamos liberar tanto los espacios exteriores para las viviendas y las oficinas como subir un poco en altura para despejar las vistas. Hemos trabajado mucho la luz, porque es lo que intentamos transmitir en nuestros proyectos, es decir, viviendas muy luminosas con grandes vanos para multiplicar los encuadres y los puntos de vista. Otro aspecto que nos interesa particularmente es la materialidad del edificio. Trabajamos en una estructura mixta de madera y hormigón. El marco del revestimiento de madera teñida de negro se elaboró para jugar con las líneas del edificio. Eso es lo que nos gusta hacer, trabajar la materialidad.

¿Cómo se tomaron los residentes la llegada de este edificio?

Al principio estaban un poco preocupados, pero se tranquilizaron al ver que añadíamos calidad arquitectónica y que no sería una operación de promoción básica. Creo que todo el mundo está orgulloso y feliz de tener este edificio en la calle. ¡Además hay muchos peatones que lo fotografían al pasar! También ha reportado un pequeño valor añadido a la calle, donde antes solo había un solar vacío.

¿Es cierto que les han nominado a los Premios Mies 2022 por este proyecto?

Sí, en efecto. No me hago muchas ilusiones, porque cuando miras la lista de ganadores de los últimos 20 años, son grandes estrellas de la arquitectura. En cualquier caso, estamos muy contentos, y como arquitectos no pretendemos hacer publicidad, solo transmitir un poco más fácilmente las cosas que queremos contar.

Hay una tendencia creciente hacia la sostenibilidad, y en este sentido USM es una marca perfecta, porque se adapta a todas las etapas de la vida, tanto personal como profesional, sin ninguna dificultad.

Hablemos del diseño de sus oficinas. ¿Cuáles fueron sus fuentes inspiración y sus objetivos?

Pasamos mucho tiempo en estas oficinas, a veces trabajamos hasta tarde, y queríamos algo que fuera un poco como una crisálida. En respuesta a la fachada, las paredes interiores están hechas de paneles de madera y no solo placas de yeso y pintura blanca; nos apetecía algo cálido y acogedor... Hay diferentes elementos que lo hacen parecer un poco estricto, pero es muy reconfortante para vivir. También es muy luminoso. Hay una relación con el exterior bastante intensa, porque tenemos grandes ventanas sin carpintería visible desde el suelo hasta el techo, pero al mismo tiempo se percibe una especie de calidez. En el patio exterior ocurre algo parecido. Lo decoramos, hay una barbacoa y todo el mundo come al aire libre en verano. Es como una extensión de nuestros apartamentos, aún más actualmente con la pandemia por Covid-19. De todos los jóvenes que trabajan con nosotros, ninguno quiere quedarse en casa, en un espacio reducido. Todos quieren trabajar en el estudio, porque es espacioso, la gente se ve, hay rincones al aire libre...


Cuando instalamos nuestra primera oficina, naturalmente la amueblamos con USM. De hecho, tenemos en el estudio sucesivas capas de muebles, que se han ido sumando con el paso del tiempo. Hace 15 años comenzamos con una librería, seguida de nuestras mesas de oficina. Luego continuamos con pedidos sucesivos y, en particular, con un mueble especialmente diseñado para servir como barandilla.

Exactamente, ¿cómo se le ocurrió esta idea?

Había empezado a diseñar una barandilla, pero me di cuenta de que faltaba espacio para todos. Así que la barandilla tenía que ser un mueble de almacenamiento, pero cuanto más dibujaba, más me daba cuenta, con mi doble sombrero de director de proyecto/contratista, de que costaría una fortuna. Y en un momento dado me dije que íbamos a hacer algo mucho más sencillo: ¡cogeríamos el sistema modular USM, que haría tanto de barandilla como de mueble, y además los acabados serían perfectos con un color magnífico! En un principio, la oficina de inspección se negó, porque hay normas que respetar en la construcción, pero una vez que se demostró que el mueble en L no podía volcarse, dieron su aprobación enseguida.

¿Recuerda la primera vez que vio los muebles USM?

Por supuesto, me acuerdo muy bien. ¡Fue durante mis estudios de arquitectura en los años noventa! En ese momento, todos los arquitectos con los que trabajábamos, con los que hacíamos prácticas, tenían muebles de USM. Todavía no era una marca conocida por el público como lo es ahora.


Por cierto, mi primera compra para casa fue un mueble USM, una gran librería blanca. Que conste que el aparador USM blanco que ven en mi sala de estar proviene de esa librería que reconfiguré: la hice separar y le añadí puertas plegables. Me sorprendió gratamente ver que, después de 15 años de uso, la laca blanca de la antigua estructura se había mantenido exactamente igual que las puertas nuevas.

También vemos 2 lámparas muy originales expuestas en su sala de estar. ¿Qué nos puede contar sobre ellas?

Durante un viaje a Abiyán, en una obra de construcción, vi pequeños recipientes de plástico en forma de tetera con los que la gente hace sus abluciones. ¡No los conocía y me encantaron! Su motivo de ondas y el lado muy colorido me evocaron inmediatamente el gato de Alicia en el País de las Maravillas mezclado con una inspiración muy africana. Me quedé con ese motivo porque deseaba hacer algo con él. Un día dibujé un prototipo que se convirtió en esta lámpara y realicé dos versiones de ella: una en cerámica hecha por Claude Aiello, un ceramista de Vallauris, y otra en mármol de Siena elaborada por Ateliers Saint Jacques. Me gusta mucho su apariencia alegre y atrevida.

¿Y qué le gusta de USM?

USM se hace eco de lo que tratamos de hacer en la arquitectura. Nuestro relato se centra en la materialidad, la durabilidad y la reversibilidad. En la actualidad, por ejemplo, estamos haciendo edificios reversibles, es decir, que pueden cambiar de función, por ejemplo una oficina que se convierte en una vivienda. Eso es lo que nos interesa. Lo mismo ocurre con nuestra barandilla: este mueble que hoy tiene una función de barandilla, mañana puede transformarse en otra función. La durabilidad también es muy importante. Hoy en día, damos gran importancia a la construcción de edificios que sean sostenibles. Hay una tendencia creciente hacia la sostenibilidad, y en este sentido USM es una marca perfecta, porque se adapta a todas las etapas de la vida, tanto personal como profesional, sin ninguna dificultad.


La última vez que fui a su showroom para pedir un pequeño extra vi su nuevo producto, un Mundo de plantas para USM, con paneles que pueden albergar plantas. Está muy de moda y funciona estupendamente. Eso mismo es lo que hacemos en nuestros proyectos. Por ejemplo, ahora estamos construyendo un edificio en una ZAC al este de París. Será un ecobarrio en un contexto muy particular, ya que se encuentra entre las vías de la estación de tren de Lyon, la circunvalación y la autopista A4. Es un proyecto completamente sobre el suelo, lo que significa que no hay ni un solo espacio abierto, vamos a conseguir recrear un paisaje para hacer islas de frescura, tener algo muy verde a todos los niveles y que el paisaje colonice un poco este barrio periférico. Así que cuando vi estos muebles USM, me parecieron pura arquitectura, ¡como si fueran edificios en miniatura!

Nos gustaría agradecer a Eric Dolent su acogida y el emocionante intercambio. Conoce más sobre el trabajo de RMDM en su página web y en Instagram @rmdm_architectes.


Si desea comprar un mueble USM Haller, puede diseñarlo con nuestro configurador en línea o puede contactar con su distribuidor local aquí.

Fotos: Alexandre Moulard


Fotos del edificio RMDM: Charly Broyez