Suzie Kondi, Diseñador de moda
Long Island, Nueva York, EE.UU.
La entrada de Suzie Kondi en la escena de la moda neoyorquina fue claramente inusual. Esta diseñadora de chándales nació y creció en Queensland (Australia), donde conoció y se enamoró de un estadounidense que estaba dando la vuelta al mundo en un yate de 47 pies. Tras aceptar viajar con él, pasó los siguientes 13 meses en el océano, rumbo a Estados Unidos. "Fue una verdadera prueba de fuego", confiesa. Para pasar el tiempo a bordo, diseñó una colección de trajes de baño de ganchillo, así como un par de bolsos, que se dieron a conocer cuando llegó a tierra firme. "Vine aquí para pasar seis meses", ríe. Lleva viviendo en Nueva York 22 años.
"Crecí haciendo pequeños pantalones cortos de rayas rosas para ir a la playa", recuerda.
La ropa forma parte de su vida desde hace mucho tiempo. Su madre regentaba una tienda de telas y confeccionaba prendas para sus tres hijas. Cuando se hizo mayor, pasaba las tardes después del colegio en la tienda creando sus propios diseños. "Crecí haciendo pequeños pantalones cortos de rayas rosas para ir a la playa", recuerda.
Elegir el momento oportuno es vital en todo nuevo negocio
La idea de sus llamativos (y enormemente populares) chándales de terciopelo surgió de su vida ajetreada. "En Nueva York intentas hacer mil cosas a la vez: llevar a mi hija al colegio, hacer ejercicio, ir al estudio, salir a cenar. Me considero una australiana perezosa a la hora de vestir. Quiero ponerme algo y que me sirva para todo el día. Un chándal me parecía lo más adecuado".
Kondi confeccionó el primero hace tres años. Pero se dio cuenta de que podía ser una verdadera idea de negocio un día en la puerta del colegio de su hija, Stevie. "Mi niña va al mismo colegio que la de Sofia Coppola", explica. "Se acercó y me preguntó qué llevaba puesto. Le respondí que lo había hecho yo misma. Le encantó y acabó viniendo al estudio a comprar cosas para ella y sus hijos. Incluso incluyó nuestro chándal en una de sus películas".
Elegir el momento oportuno es vital en todo nuevo negocio, y la empresa Suzie Kondi ha crecido de forma exponencial en los últimos dieciocho meses, lo que en parte se debe a que la gente ha pasado mucho más tiempo en casa durante la pandemia. En julio pasado, Kondi abrió una tienda efímera en los locales de una antigua talabartería, cerca de su hogar en Amagansett, Nueva York. Teniendo en cuenta cómo está el mundo, parecía algo arriesgado. "Iba de un lado a otro pensado que esto sería la cosa más tonta que he hecho en mi vida o todo lo contrario. Y al final funcionó". Tan bien, de hecho, que ahora la tienda es permanente.
"Soy fan de USM desde hace mucho", explica Kondi.
Su interior está amueblado con expositores USM Haller, unidades de almacenamiento y hasta una cajonera con ruedas bajo la mesa Cassina. "Soy fan de USM desde hace mucho", explica Kondi. Primero compró una pieza (en amarillo) para guardar los juguetes de su hija en casa. "Para mí es como un Lego para adultos. Puedo seguir añadiendo y cambiando. Ha crecido conmigo en todos los sitios donde he ido. Siempre lo he tenido en mi showroom y en la oficina. Cuando llegó la pandemia, nos mudamos al este y trasladé los muebles USM a la tienda. La gente se paraba y entraba porque USM les llamaba también la atención. Me fascina su estética. Y también me agrada la historia, tan de mediados de siglo, preciosa. Se presta muy bien a lo que hago".
Con su marca en plena expansión, Kondi está experimentando con nuevos materiales (incluido el denim), iniciándose en el interiorismo con Suzie Kondi Living, y está pensando en abrir tiendas en Londres y Sídney, además de otra en Nueva York. Parece que el mundo está encantado con sus chándales.
Si desea comprar un mueble USM Haller, puede diseñarlo con nuestro configurador en línea o puede contactar con su distribuidor local aquí.
Para saber más: @suziekondi, www.suziekondi.com
Fotógrafo: James Chororos