Raíces arquitectónicas

Münsingen, 1962





Paul Schärer se incorporó al negocio familiar en 1961 y enseguida decidió modernizarlo. Encargó al arquitecto suizo Fritz Haller el diseño de una nueva fábrica y un pabellón de oficinas. Haller optó por un sistema de construcción modular con armazón de acero y solo faltaba un diseño de interiores adecuado a la innovadora arquitectura. Fue así como en 1962 Haller y Schärer desarrollaron un sistema modular en consonancia con la modularidad y versatilidad del nuevo edificio.


El mobiliario no se basaba en piezas individuales, sino en un sistema que fuera capaz de responder a las distintas necesidades hasta el día de hoy.