Orígenes
USM se funda en 1885 como empresa de ferretería y metalurgia. El nombre «USM» combina las iniciales de su fundador, Ulrich Schärer, y el lugar en el que se fundó, Münsingen. En las primeras décadas del siglo XX, USM comienza a especializarse en el montaje de ventanas, antes de pasar a las bisagras ornamentales y la ferretería de precisión.
Década de los 60
Evolución hacia negocio de muebles
Paul Schärer se une a la empresa familiar en 1961, convirtiéndose así en la tercera generación en hacerlo. Tras estudiar ingeniería en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, Paul está decidido a modernizar la empresa y decide empezar por la fábrica y sede central de USM. Encarga al arquitecto suizo Fritz Haller el diseño de una nueva fábrica y un pabellón de oficinas. Siguiendo con la filosofía de su cliente, Haller utiliza un sistema de construcción modular con armazón de acero que brinda la flexibilidad necesaria para distintos procesos de producción, así como opciones para ampliar la estructura.
En 1962, Haller y Schärer comienzan a desarrollar un sistema de muebles modulares en consonancia con la modularidad y versatilidad del nuevo edificio. Este mobiliario, al igual que el edificio, no solo se basa en piezas individuales, sino en un sistema de módulos de acero adaptables que se pueden reconfigurar para responder a los distintos requisitos de la fábrica y salas de oficina de la empresa, tanto en el presente como en el futuro. La piedra angular del sistema es la elegante e ingeniosa rótula, patentada en 1965.
Inicialmente pensada para un uso exclusivo en las oficinas de USM, la combinación visionaria de una estética, versatilidad y durabilidad únicas enseguida capta una gran atención. La producción y venta comercial del sistema USM Haller comienza en 1969 con un pedido de 600 estaciones de trabajo para el banco Rothschild en París. Este sistema de muebles se convierte rápidamente en un elemento común en departamentos de administración y oficinas de todo el mundo.
1970 – 2000
Una empresa mundial
En 1988, se reconoce USM Haller como obra de arte aplicada gracias a su visionaria combinación de sutiliza técnica y extraordinaria calidad de diseño.
Hacia las últimas décadas del siglo XX, USM extiende sus alas por todo el mundo, abriendo filiales en Alemania, Francia y Estados Unidos. En 1998 se abre la primera sala de exposiciones USM en Hamburgo.
En 1993, Alexander Schärer se convierte en la cuarta generación de la familia en unirse a la empresa, y se le nombra Director General en el 2000.
2001 – presente
Líder mundial en diseño sostenible
Hoy en día, USM es sinónimo de un diseño atemporal y sostenible que se sabe adaptar a las necesidades en cualquier momento: sin importar la generación, ya sea en oficinas o en residencias privadas. Su estatus como icono del diseño moderno se consolida en 2001, cuando se le incluye en la colección permanente del Museo de Arte Moderno (MoMA) de la ciudad de Nueva York.
Se trata de un sistema sostenible por naturaleza. El mobiliario USM es extremadamente duradero y se transmite de generación en generación. El acero es un material altamente reciclable. El revestimiento no contiene disolventes ni metales pesados. USM recibe la certificación medioambiental Greenguard en 2018 y la etiqueta medioambiental Cradle-to-Cradle® en 2018. Su objetivo es convertirse en una empresa totalmente circular para 2030.
Alexander Schärer se pone al frente del negocio familiar, ahora en su cuarta generación, en el año 2000. Sus productos se siguen fabricando en Münsingen. USM cuenta con 450 empleados entre su sede central de Suiza y sus filiales en Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Japón y China. Los sistemas modulares se venden en alrededor de 40 países de todo el mundo a través de 430 distribuidores.
En un mundo en constante cambio, USM Haller también está cambiando e integrando la innovación, al tiempo que se mantiene fiel a su icónica estética. USM Haller E, que cuenta con iluminación y energía integradas en su estructura, es un sistema completamente inalámbrico, marcando así un paso revolucionario hacia una nueva era. Otro ejemplo es la cerradura C de USM Haller, un sistema de cierre electromecánico operado a través de una app.
USM evoluciona y se abre a las innovaciones sin dejar de ser fiel a su esencia, e invita a sus usuarios a desafiar continuamente su propia creatividad.